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‘Matadero cinco o la Cruzada de los Niños’, de Kurt Vonnegut

“Todo esto ocurrió, más o menos”

Kurt Vonnnegut Jr (1922, Indiana, 2007, Nueva York, EE.UU.) formó parte de una prestigiosa familia germano estadounidense, formada en 1851 que perdió su fortuna con la Gran Depresión en 1929.

La gran familia, era uno de los temas recurrentes en su obra. La suya renunció a su identidad durante la Primera Guerra Mundial, entre los años 1914 y 18, por el rechazo obvio a todo lo alemán. Las tradiciones e idioma que habían conservado hasta entonces se perdieron para el joven Kurt, creándole un profundo desarraigo. Luego contaría cómo sus captores alemanes durante la Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945) le preguntaban qué hacía luchando contra sus ‘hermanos’, en 1944.

Vonnegut para llegar a este momento, se alistó en 1943. Antes de salir hacia Europa, durante un permiso, descubrió el cadáver de su madre, suicidada la noche anterior, a causa de una profunda depresión. Es lo que hay.

Portada de Matadero Cinco, obra de María Medem.

Una vez en Europa, ya en 1944, su unidad fue sorprendida por los nazis en Las Ardenas. La victoria inicial alemana provocó que Vonnegut fuera capturado. Trasladado a las afueras de la ciudad de Dresde, fue testigo del bombardeo y total destrucción de esa ciudad por los aliados. Fue obligado a enterrar junto al resto de prisioneros, miles de cadáveres, básicamente mujeres y niños. Es lo que hay.

Casado en 1945 con su novia de toda la vida. Mantuvo en paralelo con varios empleos fallidos, su carrera como escritor. La muerte de su hermana en 1958, es lo que hay, de la que adoptó sus cuatro hijos para sumarlos a sus propios tres, todo esto apenas llegando a fin de mes. Su fracaso como padre, la independencia de sus hijos con el subsecuente síndrome de nido vacío, no ayudaron en nada a su depresión crónica.

La depresión. Esto lo resolvía en público mostrando un carácter ingenioso y bromista, desarrollado desde niño, pero ya sin alegría. Sobrellevando sus problemas, asumiendo que la muerte es inevitable, ‘es lo que hay’.

Desarrolló su estilo desde una profunda sensibilidad, creatividad e intelecto. Su humanismo y humildad al crear un estilo sencillo, directo y divertido. Combinando textos con frases manuscritas y otras recurrentes, intercalando dibujos propios muy expresivos, reforzando así la narración. Inspirado por Mark Twain o H. D. Thoreau. Esto definía su obra y en especial su mayor éxito:

Matadero Cinco cambió la vida a Vonnegut. Estaba a finales de la década de los 1960, durante lo peor de la guerra de Vietnam y en pleno rechazo social por una intervención que nadie entendía y que solo traía de vuelta a reclutas muertos a casa (es lo que hay). Lo que ofreció Vonnegut para denunciar esta terrible crisis, fue su sátira antibelicista, sirviendose de la ciencia ficción como recurso simbólico. Acertó en un momento crucial para su país y una generación entera de jóvenes lectores lo encumbró.

Matadero cinco desde 1967, lo convirtió en uno de los puntales de la literatura estadounidense del siglo XX y continua así hasta hoy.

[Ficha de la edición de Blackie Books.]

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