Acabo de escribir la reseña de Sundial (Runas, 2023). La leí a finales del año pasado y mi entusiasmo fue tal que me tiré de cabeza a leer esta. Tal vez ese hype que me había montado yo solito ha jugado en contra de Catriona Ward en esta ocasión. Tal vez simplemente fue un error leer primero una novela más reciente, en la que la autora demuestra haber aprendido de sus errores. En cualquier caso, con esto no quiero decir que no me haya gustado esta novela, pero ciertamente tiene algunos problemas que han provocado que me pareciera menos redonda. Voy a explicar por qué.
La casa al final de Needless Street parte de un camino bastante transitado, el de los niños desaparecidos, posiblemente secuestrados, y lo lleva hacia una autopista por la que ha pasado el grueso de los thrillers psicológicos de las últimas décadas. Esto no resulta evidente desde el principio y no quiero espoilear, pero cuando se descubre no pude evitar pensar “En serio, ¿va a ser esto?” porque se trata de uno de los tópicos más trillados después del gemelo malvado. Y luego resulta que a ese tópico le da un giro muy interesante, pero un poco demasiado tarde, cuando llevas una buena porción de la novela pensando que es lo de siempre y estás un tanto decepcionado. Sin embargo, al final consiguió dejarme buen sabor de boca, a pesar de ese fragmento del libro en el que parecía haber perdido el interés. Así que para llevaros por el mismo proceso que fue para mi leer el libro, ahora voy con las cosas que hacen que le libro merezca la pena.
Una de esas cosas es muy evidente y notoria: Catriona Ward escribe bien. Muy bien. Siempre parece dar con la palabra justa que evoca algo en ti, consigue ser poética sin renunciar a leerse con la facilidad de un bestseller, un equilibrio insólito en el que parece sentirse muy cómoda. Segundo, nos cuenta la historia desde la perspectiva de tres personajes llenos de defectos que nos cuentan mucho sin dejarnos llegar a saber qué ocurrió el día en que desapareció una niña justo a un lago. La hermana de esa niña no ha dejado de buscarla desde hace once años. Otro punto de vista es el del sospechoso, un hombre con problemas mentales graves al que es fácil imaginar como el asesino. Y por último, la gata del anterior, insólitamente capaz de describir lo que pasa en el mundo de los humanos.
Esta historia comparte con Sundial esa sensación de que va a acabar muy mal la cosa y querer saber cuanto puede empeorar todavía antes del final. Como he comentado después de aparentemente caer en un tópico muy grande, consigue darle una vuelta interesante pero necesita explicarse demasiado para que lo entiendas, con lo que pierde ese aura poética que envolvía al libro hasta ese momento. Luego, en el anexo explica cual fue el caso real de la enfermedad mental que le inspiró la novela y ves que la idea era muy buena, pero podría haberse ejecutado mejor.
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‘La casa al Final de Needless Street’, de Catriona Ward was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.