¿Hay alguien que no conozca Calvin y Hobbes a estas alturas de la vida? Me cuesta imaginarlo Las tiras protagonizadas por este niño de 6 años y su tigre ¿imaginario? se prolongaron durante diez años en los periódicos de Estados Unidos. Hace 37 que se publicó la primera tira: el 18 de noviembre de 1985. Muchos rotativos siguen publicando cíclicamente la tira de Bill Watterson a pesar de llevar cerrada 27 años. ¿Por qué?
Os lo diré claramente: porque Calvin y Hobbes es el mejor cómic que se ha publicado nunca.
Calvin y Hobbes nunca sufrieron el síndrome de Snoopy, en el que las imágenes de los personajes son más conocidas que las tiras merced a las bondades del capitalismo. Nunca, por decisión del propio autor, se convirtieron en una montaña de merchandising o dibujos animados. Nunca han sido otra cosa que las aventuras de un niño y su tigre, o las dos caras de la mente humana. Y todavía no conozco a nadie en mi generación de cínicos que no las haya disfrutado. ¿No es ésa la definición de una obra perfecta?
La integridad de un autor
Watterson tenía 37 años cuando dibujó la última tira. En esa década, había hecho lo posible para que Calvin y Hobbes no se desvirtuase. Amenazó con dimitir a mitad de camino si su editor empezaba a sacar tazas y camisetas. Peleó todo lo posible para que el formato de la tira dominical se adaptase a lo que quería contar, pese a que en la práctica significaba que perdería espacio, visibilidad o incluso cabeceras. Hablamos de años en los que no podías coger un webcómic y convertirlo en un producto de éxito.
La absoluta maestría de Bill Watterson
Bill Watterson no es autor increíble por su tremendo talento y por la gran capacidad de dibujo que tiene el autor, muy superior en registros al que normalmente se estila en una tira cómica, sino también por el frescor de su humor y al mismo tiempo por su capacidad crítica e irónica hacia el mundo que rodea a sus personajes. Las referencias a otras obras dentro de Calvin y Hobbes son incontables: ello nos habla dela capacidad sincrética de la tira, que se convierte en una especie de aglutinación o resumen de la cultura (popular o no) del siglo XX, proponiendo un texto que conjunta varias tradiciones y mitologías contemporáneas como definición del tiempo que se está retratando.
El Calvin y Hobbes encontramos referencias a la Alicia de Lewis Carroll, a los superhéroes de los 90 de Alan Moore y Frank Miller, a los seriales radiofónicos de los 50, a las sagas pulp de ciencia-ficción de los 30… Es como una pequeña clase de estética de la cultura popular del siglo XX.
Una guía para la vida
En los diez años de Calvin y Hobbes, Watterson no dejó ni un tema por tocar: la familia, la maternidad/paternidad, las encuestas, el capitalismo, la naturaleza del arte, el duelo, la inseguridad ciudadana, los regalos de las cajas de cereales… La lista es interminable. El autor supo reflejar en la tira toda una serie de temáticas cotidianas y dejar su punto de vista a través de sus personajes. Porque en ocasiones, oímos la voz del autor camuflada en la de la mamá de Calvin, o quizá en la del tigre.
La doble lectura
Y eso nos lleva a que, como todas las grandes obras, Calvin y Hobbes contiene varios niveles de lectura. Hay un nivel superficial, que corresponde más al género que se inscribe, la tira cómica, que es más liviano, y se trata del chiste rápido, de la ocurrencia brillante, incluso el slap-stick típico con golpetazo incluido. Ese nivel es accesible a todo tipo de público, incluso al más joven. Pero por detrás de él hay otro (o varios) nivel, que es el del significado profundo, el que Watterson busca proponiendo sus parodias de personajes, situaciones u otras obras, está en la trascendencia de algunos silencios en los personajes, o la reflexión a la que nos lleva sin casi quererlo. He aquí la grandeza de esta tira.
Una oportunidad única
Con la reedición de Astiberri, tenemos de nuevo una oportunidad para recuperar esta obra maestra, en esta ocasión con unos tomos en los que se ha repasado la traducción y la maquetación, se ha dado más gramaje al papel y se ha hecho lo más parecido a lo que podría ser una edición definitva. Servidor tiene ediciones de Calvin y Hobbes en inglés en rústica, tiene los dos tomos integrales americanos que son tan bonitos como incómodos de leer en la cama; tengo cuadernitos de la primera edición de La Colla de la Pessigolla y tengo cuadernitos de Ediciones B, así como los tomos recopilatorios. Pero muchos de ellos los he ido regalando porque siempre he sido un proselitista convencido de Calvin y Hobbes. No dejéis pasar esta nueva edición, no os arrepentiréis.
Si quieres leer más sobre el tema, he publicado algunos artículos académicos sobre esta tira:
https://www.um.es/tonosdigital/znum4/estudios/cyhinter.htm
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Por qué Calvin y Hobbes es la mejor tira cómica de todos los tiempos was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.