Laertes nos trae la mejor obra de horror sobrenatural según el padre del horror cósmico, H. P. Lovecraft
Conocí a Blackwood en mi adolescencia, gracias a la ya mítica antología de terror de Los mitos de Cthulhu, con la que tantos nos introdujimos en el universo de H. P. Lovecraft. Y es que era un desconocido Blackwood quien firmaba un relato terrorífico, mi favorito entre los que incluía el volumen, cuyo título era El Wendigo. En él podemos leer sobre una expedición que se interna en la sobrecogedora espesura de los bosques canadienses para verse enfrentados al horror de ser hostigados por la criatura que da nombre al relato, un espíritu salido de las leyendas de los nativos norteamericanos que corre sobre las nubes. El autor inglés me cautivó con esta historia, donde jugaba con los sentimientos de temor e indefensión que la naturaleza es capaz de inspirar en los corazones de los hombres, y donde la presencia ominosa de la criatura legendaria era más sugerida que materializada.
Algo de ello está presente en esta novela corta de Blackwood, Els salzes, que nos trajo Laertes a finales del 2020, dentro del reciente impulso del que ha sido objeto su veterana colección l’Arcà, y que también podemos encontrar disponible en castellano gracias a Hermida editores (Los sauces).
En esta Els salzes (The willows/Los sauces), acompañamos al narrador y a un amigo sueco suyo en un viaje en canoa por el Danubio. Al verse sorprendidos por una crecida en una despoblada área de lagos y bosques, se ven obligados a desembarcar, a duras penas, en una diminuta isla, amenazada por el caudal del río. A partir de este punto, el protagonista y su compañero se verán embargados por un sentimiento vago, inexplicable, asociado a esa atmósfera extraña, irreal, que viene definida por la masa de sauces que cubre la mayor parte del islote y que es azotada por un viento constante. Los árboles se acaban convirtiendo, pronto, en el objeto de la obsesión del narrador, hasta el punto de referirse a ellos como la fuente de una amenaza que puede poner en peligro sus vidas.
Es indiscutible la maestría de Blackwood a la hora de crear atmósferas sobrecogedoras, habilidad que H. P. Lovecraft llegaría a alabar, como también lo es que esta novela corta del inglés fue merecedora de los elogios del escritor de Providence (en palabras suyas, “la mejor obra de horror sobrenatural jamás escrita”). Sin embargo, donde Lovecraft proyectaba ecos del horror cósmico presente en su obra, Blackwood prefería considerar sus creaciones como manifestaciones del proverbio que apunta a que hay otros mundos dentro de éste, pero que, por lo general, pasan desapercibidos al común de los mortales. En efecto, la lectura de Els salzes remite tanto a la concepción de realidades o dimensiones comunicantes, que acaso pudieran ser el refugio de entidades incognoscibles para el hombre, como al animismo implícito en creencias de corte pagano, aquí en boca del personaje nórdico que acompaña al narrador en su aventura, y que quizás puedan ponerse en relación con el interés que sentía este autor por la teosofía o las doctrinas de ciertas sectas herméticas (él mismo fue miembro de una de las ramas de la Golden Dawn). Y es que esta obra del inglés posee una cualidad extraña muy especial, motivo por el cual le ha valido ser etiquetada como destacado ejemplo de weird fiction, y que personalmente a mí me recuerda a otra, una película en este caso, como es Picnic en Hanging Rock, del director australiano Peter Weir, ambientada en otro escenario natural de belleza arrebatadora, las formaciones rocosas de la reserva situada en Woodend, que son investidas, aquí, de un aura onírica vinculada a leyendas nativas.
Els salzes fue publicado en 1907 como parte de una antología de relatos, The Listener and Other Stories, que nos recuerda que Algernon Blackwood fue un prolífico escritor de cuentos (ciento setenta y siete, ni más ni menos) además de escritor de novelas (catorce), y que todavía resta mucho material inédito por editar en nuestro país. Afortunadamente, esta novela corta se encuentra, al parecer, entre lo mejorcito que escribió según la crítica, algo que sin duda descubre el lector al leerla, pues a pesar del tiempo transcurrido entre su publicación y nuestros días, su inquietante atmósfera sigue siendo tremendamente efectiva y a buen seguro no podáis parar de leer los extraños acontecimientos que viven sus dos protagonistas, enfrentados a una naturaleza ominosa y hostil, que acaso intenta recordar al hombre que con ella no se juega. Estaría bien que recordáramos esta idea más a menudo si queremos seguir viviendo en este mundo.
Recordad que podéis disfrutar de esta estupenda novela corta también en castellano, en la edición de Hermida Editores:
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‘Els salzes’, de Algernon Blackwood was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.