Porque sólo nos salvaremos a través del humor y huyendo al corazón de una arrebatadora naturaleza

No sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero si me preguntan por un escritor con cuya obra me haya divertido de lo lindo, desde esbozar una media sonrisa a estallar en auténticas carcajadas, admito que hasta hace poco mi lista se reducía, tristemente, a uno solo, sir Terry Pratchett, así que os imaginaréis en qué afortunada hora ha caído en mis manos este libro del finlandés Arto Paasilinna, El bosque de los zorros, porque como bien sabéis, en estos tiempos que corren, poco amigos del humor, éste se vuelve un bien de primera necesidad y único garante a la hora de conservar la cordura.

El bosque de los zorros se publicó en finés en 1983, aunque tardaron más de ¡veinte! años para que se tradujera al castellano gracias a Anagrama, la editorial que ostenta prácticamente el monopolio de su obra en nuestro país. Uno no deja de preguntarse por los motivos detrás de esta demora de más de dos décadas para un autor considerado de culto en su país y que cuenta en su haber con unas cuarenta novelas, lo cual, considerando además un trasfondo que parece sacado del de uno de sus personajes (ex-guarda forestal, ex-periodista y ex-poeta), no deja de ser toda una hazaña. Afortunadamente, la novela se puede conseguir hoy en día sin demasiados problemas dentro de la colección Compactos de Anagrama.

Paasilinna no se anda con zarandajas a la hora de presentarnos el argumento principal de su obra: Oiva Juntunen, un ladronzuelo que se ha pegado la vida padre gracias a un exitoso golpe, ve su bienestar amenazado por la salida de prisión de uno de sus compinches, un asesino contumaz y reincidente, para lo cual decide poner pies en polvorosa y hallar refugio en la vasta Laponia. A partir de aquí, seguiremos a Oiva en su búsqueda del anonimato, camino en el que se le irán cruzando diversos personajes, a cada cual más peculiar, como Remmes, un comandante del ejército aficionado a empinar el codo estando de servicio o Naska, una enérgica nonagenaria lapona.

Algo hay en la huida de Oiva de anhelo compartido por todos aquellos que nos sentimos atrapados dentro de un sistema inmisericorde y enajenado, como si el simple contacto con la naturaleza fuera el bálsamo que necesitáramos para curarnos de esas ponzoñosas heridas que nos han sido infligidas. Aun así, Paasilinna conocedor de las contradicciones del individuo y de la alargada sombra del inevitable capitalismo, hace que éste consiga infiltrarse hasta en esa libertad que la tundra lapona parece conferir a sus personajes. Son éstos unos entrañables, pícaros granujas a los que pronto acabamos cogiéndoles cariño, y que se ven envueltos en hilarantes peripecias donde el absurdo suele hacer, a menudo, acto de presencia. Diría que El bosque de los zorros se me antoja como un crossover entre el realismo mágico de mi serie de televisión favorita, Doctor en Alaska, y el humor negro del que suelen hacer gala los hermanos Cohen en sus películas.

El bosque de los zorros es un libro que se lee en una exhalación y que, más allá de su perspectiva humorística, es capaz de emocionarnos desde la humanidad de sus personajes, invitarnos a la reflexión desde la sátira dirigida contra todos los males de la sociedad contemporánea, y sumergirnos en el amor hacia la naturaleza y el compromiso con el medioambiente que profesaba Paasilinna. En definitiva, una obra y autor muy recomendables para estos tiempos infames.

Si esta reseña te ha llamado la curiosidad sobre este libro, aquí podrás leer otra diferente de otro de los redactores de Papel en Blanco:

Especial Arto Paasilinna: ‘El bosque de los zorros’

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‘El bosque de los zorros’, de Arto Paasilinna was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.