«Saer nunca escribió literatura a la moda»
Beatriz Sarlo*
«El proyecto literario de Saer está basado en una convicción que al menos unos cuantos compartimos: no se trata de qué contar, sino de cómo contar»
Enrique Zattara**
Leer a Saer es sumergirse en el lenguaje. Escafandra, orilla, profundidad y lectura. Un reto gozoso. La fortuna que tenemos como lectores es que la impávida editorial Rayo Verde/Raig Verd haya tomado las riendas de su (re)edición a este lado del charco. Cualquiera de los libros de Juan José Saer significa un descubrimiento, una deliciosa fuga por los recovecos del lenguaje. Hace algunos años tuve la enorme suerte de participar en la porteña Casa de Letras en un curso de Martin Kohan sobre J.L. Borges; en una de esas sesiones se habló largo y tendido de la facultad sorprendente de Saer para describir situaciones de manera exuberante y «admiramos el espesor de su escritura» en palabras del escritor, también argentino.
«Ríos por demás crecidos, un verano inesperado, y esa carga tan singular: así podrían resumirse, con la perspectiva del tiempo y de la distancia, para explicar la dificultad paradójica de avanzar en lo llano, nuestras cien leguas de vicisitudes»
Así comienza en Las nubes (Rayo Verde, 2021), la tensión de las palabras desborda (literal por la crecida del río debido a las intensas lluvias[1]) en las descripciones y la narración de la locura. Nos encontramos a principios del s.XIX y el doctor Real tiene una misión peculiar, llevar unos locos hasta Buenos Aires. A lo largo de ese tortuoso regreso, que se alarga en el tiempo y en el espacio debido a las inundaciones –«la habitual crecida de invierno de esos ríos que bajan hacia el sur, en general muy grande, vino ese año insidiosa, bárbara y desmesurada»-, descubrimos el mundo de la pampa, los indios, la naturaleza y la mente humana.
«Ya es sabido que la locura, cuando no hace reír, suele generar la incomodidad y más que nada el espanto»
Una caravana que avanza lenta, jinetes acuciados por una naturaleza alienante e historias personales que se cruzan con vitalidades contrapuestas. Todo ello descrito hasta la extenuación, con una prosa intensa y rica, que envuelve al lector hasta aturdirlo. Y. sobre todo, la descripción de los personajes (etopeya y prosopografía) al máximo nivel de exigencia y desarrollo:
«Una especie de hendidura vertical que iba desde el pómulo hasta casi la mandíbula le cortaba en dos la mejilla izquierda, en tanto que la derecha se hundía en un hoyuelo desmesurado que la ocupaba entera, semejante a un territorio derrumbado y chupado hacia el interior de la tierra por alguna catástrofe geológica»
Saer es un maestro del lenguaje, un mago que construye frases que sobrevuelan a quien lee, incitan a la reflexión y sumergen en una constelación de palabras y expresiones. Ahora es tarea, como lectores y lectoras, de recuperar y disfrutar al que personas como las que cito en esta reseña -Sarlo, Kohan- consideran el mejor novelista argentino del s.XX.
«En esa ciudad supe por primera vez, por haber vuelto a ella después de muchos años, que la parte de mundo que perdura en los lugares y en las cosas que hemos desertado no nos pertenece, y que lo que llamamos de un modo abusivo el pasado, no es más que el presente colorido pero inmaterial de nuestros recuerdos»
Para quienes no han leído a Saer todavía, una buena forma de entrar en su literatura es acercarse a alguna de sus otras novelas como Cicatrices, El limonero real, La grande, Nadie nada nunca y La pesquisa o bien, a alguno de sus ensayos como El concepto de ficción, todos editados en España por Rayo Verde.
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*Beatriz Sarlo (2016): Zona Saer, Santiago de Chile: Universidad Diego Portales
**Enrique Zattara en ‘Juan José Saer: a 60 años de «En la zona»’, Revista Perro Negro
[1] Dice sobre esto Carlos Gamerro en El nacimiento de la literatura argentina, Buenos Aires, Excursiones, 2015, p. 81: «Estoy diciendo, más bien, que cada vez que llueve, siento que estoy en una novela de Saer. No puedo ver llover sin ver, pensar, sentir con sus palabras, sin convertirme, en suma, en uno de sus personajes.
(…)El ritmo de sus frases, su tempo básico, tiene la paciencia de la lluvia continua y lenta.»
‘Las nubes’ de Juan José Saer, la escritura desbordada was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.