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Pesadilla en Chartwell Manor

Glenn Head rememora en esta novela gráfica los abusos que sufrió

Chartwell Manor

Glenn Head no es un desconocido en el mundo de los cómics. Comenzó a dibujar cuando apenas era un adolescente y a principios de los 90, co-creó y editó Snake Eyes, antología de cómics de vanguardia, junto al dibujante Kaz, nominada a los premios Harvey. Colaborador frecuente de la antología de cómics Zero Zero de la prestigiosa editorial Fantagraphics, sus dibujos han aparecido en The Wall Street Journal, The New York Times o Playboy. Pero no fue hasta 2021 cuando este autor decidió poner su arte al servicio de sus propias memorias. En Chartwell Manor, Glenn Head vuelve la vista a su adolescencia y a los dos años que pasó en un internado masculino donde el director cometía abusos de todo tipo a menores.

Como el propio autor comenta en el prólogo de la obra, estamos una novela gráfica que ha tardado toda una vida en cocinarse, fruto del lento macerar de las confusas y a veces contradictorias emociones que sentía el autor y su entorno respecto a lo que allí ocurría. No se trata, en palabras del dibujante, de unas memorias de rehabilitación, sino de un libro sobre cicatrices y cómo llegamos a convivir con ellas.

Chartwell Manor

Y es que en Chartwell Manor el autor no pone el énfasis en la parte en la que rememora su paso por la institución culpable de arruinar la infancia de decenas de niños. Más bien, la obra funciona como un proceso continuo y Head prefiere explicar cómo aquellos hechos se proyectan en el futuro, en su comportamiento o su actitud ante el sexo (se abuso de la pornografía o la bebida) o de otros compañeros de Chartwell, cada uno más afectado por aquellos años que el anterior.

‘Chartwell Manor es un ejercicio de honestidad que abre una ventana a lo más vulnerable de uno mismo

Ahí es donde el tono underground del cómic se pone al servicio de la historia. Con los antecedentes de Binky Brown conoce a la Virgen María o los cómics autobiográficos de Robert Crumb o Harvey Pekar, que Head conoce bien, el autor encuentra la clave estética para su historia. “Encontré consuelo en la voluntad que tienen [los cómics underground] de exponer aquello que la sociedad insiste en mantener oculto”.

Chartwell Manor

Efectivamente, Chartwell Manor es un ejercicio de honestidad que abre una ventana a lo más vulnerable de uno mismo y nos habla de cómo arrastramos las secuelas de los traumas que vivimos. Un cómic valiente y descarnado, un brillante ejercicio de reflexión en la tradición del mejor cómic underground.

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