‘Sexo y cohetes: El mundo oculto de Jack Parsons’ de John Carter

¡Estremécete con el muelle deseo de la luz! ¡Oh hombre! ¡Oh, tú, hombre! ¡Ven corriendo desde la noche de Pan!*

Jack Parsons, genio de la astronáutica y nexo entre la ciencia y la cultura pop del siglo XX. Así lo reivindica John Carter con todo lujo de detalles en un trabajo exhaustivo plagado de citas, notas o fotos. Dónde parece no dejar de lado ningún detalle que pueda ser conocido, en una lectura muy entretenida e inmersiva. Jugando con cierto sentido del humor que recuerda a la prensa amarilla** y no es gratuito, lo que nos explica parece ficción o un cotilleo exagerado, sin embargo, ocurrió.

Érase una vez un niño prodigio que construía cohetes en el jardín de su casa mientras se carteaba con los pioneros de la historia aeroespacial, para con el tiempo, terminar trabajando con alguno de ellos. Como Theodore von Kármán y Frank Malina, con los que fundaría, en el día de Halloween de 1936 el JPL, Laboratorio de Propulsión a Reacción, más adelante parte de la NASA o crearía un motor de cohete (JATO, Jet Assisted Take-Off) para el despegue de aviones en pistas cortas, muy usado desde la Segunda Guerra Mundial.

Y lo más importante, inventaría el combustible sólido para un mejor uso de los mismos. Aún presente hoy en día, crucial para el antiguo programa de lanzaderas espaciales y si, para el desarrollo de vectores nucleares durante la Guerra Fría y en uso en buena parte del arsenal contemporáneo***.

Y pese a todo, quizás no se le guarda el debido respeto por sus logros como científico. Parsons era para muchos un chalado, algo relativamente común por cierto entre personas de altas capacidades. Sin titulación formal, nada ortodoxo e intuitivo y descuidado, además formó parte de diversos equipos de investigación, quedando su aportación, aunque determinante para el desarrollo aeronáutico, diluida.

Su otra faceta fue la de ser un gran aficionado a la literatura fantástica y de ciencia ficción, lo cual alimentó su imaginación y ego, al creerse, de antemano, predestinado a ocupar un gran lugar, en la que creía iba a ser la nueva revolución social. El advenimiento de una gran religión mística de la que sería su mesías****, o simplemente, como el mismo defendía en sus escritos y declaraciones (pues no escapó a la investigación política, también se le consideró ser un espía soviético, agente israelí, traficante de explosivos, criminal sexual…) seguir un estilo de vida bohemio, donde alcanzar una espiritualidad superior a través de la filosofía, con intenciones meramente intelectuales.

Así lo mismo, compartía amistades en multitud de encuentros y eventos en su propia casa con autores como Robert Heinlein, A. E. Van Vogt o Forrest J. Ackerman entre otros muchos, para pasar con naturalidad a celebrar rituales e invocaciones codo con codo con L. Ron Hubbard ni más ni menos. Siendo Parsons el más que probable inspirador de la Cienciología, al menos en su organización como secta mistérica y que fue tanto víctima de una traición personal y estafa de parte del futuro escritor fracasado y líder espiritual de medio Hollywood.

Y este quizás sea el mejor valor que representa Jack Parsons. Aunque murió aún joven y sin posibilidad de desarrollar y defender sus logros como científico, ni llegó a ninguna parte como líder religioso, más allá de organizar eventos exóticos para alimentar la curiosidad de una alta sociedad y ambiente artístico de su Pasadena natal, sirvió de precedente para la inmediatamente posterior nueva contracultura estadounidense de finales de siglo.

Fue el gran nerd original de la ciencia y ficción, el gran satanista antes que Anton Lavey y toda la corte de góticos, neopaganos y bandas de heavy metal. Antecesor directo del movimiento por la liberación sexual, ayatolláh del New Age que quizás hubiera presidido de no haber muerto tan solo con 37 años en 1952, mientras manipulaba uno de sus inventos.

Marvel Whiteside Parsons (no podía llamarse de otra forma) por nacimiento. John Parsons formalmente. Jack Parsons el ocultista.

*Inicio del poema Himno a Pan, de Aleister Crowley el cual citaba como rezo siempre, Parsons, al inicio de las pruebas y lanzamientos de sus cohetes.

**Como Hollywood Babylon, una recopilación de sucesos, realmente leyendas urbanas, sobre las estrellas de cine del momento, obra de Kenneth Anger. Cineasta experimental también interesado por el ocultismo e inspiración para autores como David Lynch o John Waters. Trabajó con la viuda de Parsons, la actriz y pintora Marjorie Cameron.

***Todavía como autodenominado anticristo, puede traernos el fin de los días.

****Parsons era un fiel acólito e imitador de Aleister Crowley (RU 1875 1947), el brujo más famoso del mundo anglosajón. Atleta, artista y personaje de la socialité británica, trató de recrear una religión universal pagana de la que él fuera líder absoluto, un culto a su persona que sostuviera sus apetitos. Terminó despreciando a Parsons, pese a que este incluso le mantenía económicamente, por ingenuo y aunque desagradecido, Crowley tenía razón. Parsons era un idealista peculiar, lleno de contradicciones y mentalmente muy complejo. Para conocer mejor a Crowley recomiendo leer La gran bestia: vida de Aleister Crowley el gran mago de John A. Symonds, editado por Siruela.

Notas de interés:

Imágenes de archivo de Jack Parsons.

Anuncio de la serie de la CBS Strange Angel, centrada en la vida de Parsons.

Videoclip muy ilustrativo de los The Claypool Lennon Delirium.

Ficha técnica: Sexo y cohetes. El mundo oculto de Jack Parsons. Autor: John Carter. Traductor: Jesús Ortiz Pérez del Molino. El desvelo Ediciones, colección: Altoparlante. 2018. Páginas: 352. ISBN: 978–84–948707–9–8

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