Quien teme a la muerte causó bastante impresión cuando se publicó en 2010. Una atractiva temática, ambientada en un mundo desértico de exótica inspiración africana, que se atreve a tocar temas como el genocidio, la ablación o las violaciones como objetivo militar. Añade a la mezcla brujería y mitos africanos y un villano espantosamente malvado y creo que queda un coctel de lo más atractivo. ¿Queréis más motivos para leerla? Ganó el World Fantasy Award y se llevó sendas nominaciones al Nebula y el Locus de fantasía. Nnedi Okorafor ya había ganado algún premio por sus dos novelas juveniles anteriores, pero esta primera novela para adultos parecía consagrarla como una autora a seguir y, de hecho, no ha parado de encadenar éxitos como la saga de Binti, que también cosechó con su primera entrega el Nebula y el Hugo a la mejor novela corta. Por si quedaban dudas de su impacto, HBO anunció en 2017 que empezaba la producción de una serie basada en Quien teme a la muerte, que sería producida nada menos que por George R. R. Martin. Supongo que esto influyó en que fuera publicada por Crononauta en 2019, aunque desde que en 2022 la autora asegurara que la producción de la serie seguía en marcha, no se ha vuelto a saber nada de ella.
La novela arranca tan potente como promete. En una escena escalofriante, un grupo de la etnia dominante, los nuru, viola a un grupo de mujeres okeke. Producto de esa violación nace Onyesonwu, cuyo nombre significa ‘Quien teme a la muerte’. Como mestiza, no es bienvenida en ninguna parte y su madre la cría a solas en el desierto. Cuando por fin se instalan en una ciudad okeke, Onyesonwu decide, a sus once años y contra el consejo de su madre, someterse al rito del Undécimo, que es tradición en la zona. Lo ve como su única posibilidad de integrarse en una sociedad que la desprecia, llena de prejuicios hacia los mestizos. Lo que no sabe es que dicho rito consiste en extirparle el clítoris. Incluso cuando se lo explican y le dicen que está a tiempo de cambiar de opinión, sigue adelante. No tiene edad para conocer la importancia de ese pedacito insignificante de carne. Y las demás niñas de once años lo hacen, así que no puede ser tan malo. Con este desgarrador inicio y subido al tren del hype, viniendo de una racha de libros que me habían encantado, me sentía en la cresta de la ola, montado en una racha lectora de esas que te hacen querer leer más. Entonces la ola rompió, el mar se quedó plano y mi tabla de surf resultó ser solo un madero a la deriva. Ese es el tipo de decepción que me llevé pasadas las primeras páginas.
Creo que hay pocos temas que uno pueda catalogar tan rápidamente como ‘para adultos’ como el genocidio y la ablación. Por eso choca tanto encontrarte después con lo que es a todas luces una novela juvenil. O eso que ahora se llama Young Adult. La novela se sostiene sobre el lugar común más trillado de la fantasía y el que personalmente más detesto: el elegido anunciado por una profecía. Si hay un genocidio en marcha nadie espera que un grupo de adolescentes se ocupen de detenerlo, pero claro, nuestra protagonista es una hechicera y sus poderes no paran de aumentar de manera bastante gratuita. Te queda claro que estás ante una historia de superhéroes cuando el villano malísimo (y casi ausente en la novela) resulta no ser nada más que un conjunto de acciones malvadas. Una vez empieza el viaje la novela pierde todo sentido del ritmo. Le genocidio parece estar en stand by los diecinueve años que pasan entre el inicio y el final, pero de pronto se vuelve algo urgente… pero no tanto como para que los personajes no decidan acampar durante un mes. Luego ese mes resulta ser crucial para que los poderes de nuestra hechicera terminen de convertirse en superpoderes, pero eso no lo saben cuándo deciden tomarse un mes de descanso. Aunque lo peor es como presenta una y otra vez situaciones dramáticas con mucho potencial para luego resolverlas por arte de magia, sin ningún impacto narrativo.
No todo es malo. El mundo se siente un poco indefinido y simplista, pero cuando nos adentramos en su aspecto espiritual y mágico nos deja imágenes sorprendentes e incluso memorables. El final habría sido muy impactante si los personajes no se hubieran pasado el tiempo discutiendo por tonterías y preocupados por quién se acuesta con quien en lugar de por el desastre inminente. Creo que Okorafor tiene buenas ideas y, siendo esta su primera novela para adultos, es muy probable que más adelante aprendiera a usarlas con mayor acierto. Como ya he dicho, su carrera ha estado llena de éxitos y esta misma novela ha dado ya una precuela y hay anunciados más libros en esa misma África alternativa. Seguramente le daré otra oportunidad, pero esta no ha sido la mejor toma de contacto.
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‘Quien teme a la muerte’, de Nnedi Okorafor was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.