Ricardo Gómez nos presenta a las N’Wone, o mujeres-agua, mujeres que desde niñas aprenden a oírlo todo, como el aleteo de los Cuervos de Pico Blanco o el susurro de un riachuelo bajo tierra. Una mujer-agua no solo debe ser capaz de escuchar los sonidos más débiles. Tiene que conocer el desierto, y para eso debe memorizar las líneas que unen unos puntos con otros y descubrir donde está el agua para la supervivencia de su pueblo. Ellas son el mapa. La última N’Wone se convirtió antes de tiempo en una más de las estrellas de la Gran Serpiente Blanca, así que ahora es su hija, Nanga, quien debe sucederla. Pero Nanga solo tiene ocho años; es demasiado joven para ser una mujer-agua. Todos lo piensan.
A veces, Nanga envidia a su hermano, Rai, que no tiene la responsabilidad de salvar el poblado. Porque el agua del pozo sabe cada vez más a sal: se está secando, y solo una N’Wone puede encontrar la solución.
«En el desierto, el agua es tan valiosa como la sangre. Allí, desde que se nacese aprende a no desperdiciar una gota. Hasta un niño sabe que un buche puedesalvar una vida; que una calabaza, la vida de una familia; que un pozo, la vidade un pueblo.Un desierto. En el desierto, un poblado.Y bajo la arena, el agua.»
Los mapas del agua reflexiona sobre la existencia de otras culturas totalmente diferentes a la nuestra donde los roles están muy definidos y no permiten salir de lo que se te ha marcado en la vida, pero también sobre la importancia de la perseverancia, el autoconocimiento y la confianza en uno mismo para conseguir un fin, siempre acompañados de la familia y guiados por nuestro pasado.
El jurado de esta edición, compuesto por el periodista Adrián Cordellat, el bibliotecario y profesor Fernando Medina, el librero de Tipos Infames, Gonzalo Queipo, los galardonados con el premio el año pasado, Fernando Lalana y Chus Castejón, y el director editorial Pablo Cruz, destacó de Los mapas del agua la sensibilidad y la calidad de la prosa, la vigencia de la temática medioambiental y la capacidad del autor para envolver a los lectores en la ambientación, haciendo que sientan la sed del desierto.
Otros galardonados:
- Fernando Lalana y Chus Castejón, Premio Anaya de LIJ por ‘El manuscrito Sancho Panza’
- Pedro Mañas, nuevo Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil por ‘Apestoso tío Muffin’
Ricardo Gómez, XXI Premio Anaya de LIJ por ‘Los mapas del agua’ was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.