La gran novela de vaqueros que ganó un Pulitzer
Por más que lo pienso, no le encuentro explicación: Aunque el western como género cinematográfico se cuenta entre mis predilectos desde que era niño, ésta es mi primera incursión en su variante literaria en cuatro décadas. Y ahora, después de leer esta colosal epopeya, la tristeza y la incertidumbre han hecho presa en mí, porque sé lo difícil que será tanto superar las sensaciones que me han embargado en este viaje lector como encontrar un libro que esté a la altura de este. Comparto, así, la opinión de Stephen King (a quien responsabilizo de mi lectura), según la cual ésta es la mejor novela que ha leído:
“Si tuviera que escoger un libro como mi favorito, sería Lonesome Dove, de Larry McMurtry” (Stephen King).
Entiendo que haya todavía prejuicios por parte de un sector del público que relacione novelas del oeste con el pulp de los baratos bolsilibros. A esta concepción del Oeste como simple escapismo de dudosa calidad literaria, se contrapone el retratado en Lonesome Dove, que nos recuerda por qué al western se le ha reconocido en ocasiones como el género de géneros, y que cuenta en su haber con el premio Pulitzer a mejor obra de ficción en 1986. Y es que al western le resulta de suma facilidad retratar con maestría los grandes temas que siempre han obsesionado al hombre, tanto la vida en su plenitud, en todas sus facetas, como su ocaso y final.
La “gran novela de vaqueros”, como se la ha llegado a llamar, parte del interés de su autor, Larry McMurtry, por reflejar las historias con las que creció de niño en su Texas natal, en las que equipos de cowboys (a menudo poco más que críos) conducían grandes rebaños de reses desde el sur hasta el medio oeste y norte del país. Ya crepusculares por aquel entonces, estos relatos le sirvieron de base para escribir esta novela río que nos cuenta cómo dos rangers de Texas, Augustus (Gus) McCrae y Woodrow F. Call, ya retirados y propietarios de la humilde compañía ganadera de Hat Creek, emplazada a las afueras del enclave fronterizo de Lonesome Dome, deciden embarcarse en una empresa inaudita: Ser los primeros en conducir ganado desde la frontera de Texas con México hasta Montana, que era lo más cerca del fin del mundo que se podía pensar en 1870.
Lonesome Dove nos recuerda por qué al western se le ha llamado “el género de géneros”.
El éxito de ventas de la obra le valió una laureada adaptación serializada a la pequeña pantalla, a finales de los 80, con actores de primera línea, como Robert Duvall y Tommie Lee Jones. En una época en la que el western parecía muerto, Lonesome Dove le insufló nueva vida, y McMurtry acabaría escribiendo una secuela y dos precuelas más, cuyas versiones televisivas también acabarían viendo la luz.
Intentando establecer un paralelismo con el western cinematográfico, algo que para mí es inevitable, la novela reúne diversos planteamientos que han ido configurando y enriqueciendo el género a lo largo del tiempo, desde un clasicismo elegante hasta un amargo tono crepuscular, pasando por otros de corte más independiente, donde asoma el realismo mágico, o, incluso, el terror.
El punto fuerte de la novela son claramente sus personajes, sus hombres y sus mujeres (¡y qué mujeres!). Desde la primera escena, McMurtry consigue que empaticemos con ellos, recurriendo a diálogos cargados de humor e ironía y hurgando en la intimidad de sus pensamientos y deseos. Los contrapuestos Gus i Call merecen ciertamente una posición especial dentro del abultado elenco de personajes que el autor nos regala, pero pronto otros se harán un hueco en nuestros corazones. Huyendo del estereotipo (¡ah, esos vaqueros que ante una mujer se sienten inseguros!) y explorando los claroscuros de una humanidad que es también la nuestra, los personajes de McMurtry consiguen conmovernos. De hecho, a medida que pasamos páginas, dejan de ser personajes para convertirse en personas, que nos enternecerán, con las que reiremos y, sobre todo, sufriremos. Porque el mundo de Lonesome Dove, también como el nuestro, es cruel y azaroso.
Larry McMurtry se descubre en esta obra como un mago de la narración. Aunque la novela pasa de las mil páginas y la travesía hasta Montana no arranca hasta pasadas las primeras trescientas, el lector se halla sumergido en la historia desde la primera escena. El realismo que se desprende de la cotidianeidad de los diálogos y las acciones de los personajes, así como la plasmación literaria de sus procesos introspectivos, le sirven al narrador omnisciente para arrastrar al lector en la primera parte del libro, hasta que el equipo de Hat Creek inicia su travesía rumbo al norte. Otra de las claves para asegurar la eficacia narrativa es la división en capítulos breves, a menudo autónomos que invitan a la relectura a posteriori, porque debéis saber que la obra está plagada de escenas memorables que se resistirán a dejar vuestra memoria. El autor también recurre a saltos en el tiempo y el espacio, cambiando de escenario y personajes, desconcertando al lector con la introducción de nuevos actores y actrices avanzada la trama, pero pese a todo, ésta discurre ágil en sus ramificaciones, que acaban por confluir en la historia principal.
Lonesome Dove es una obra magnífica en la que resuenan los ecos heroicos de un mundo perdido envuelto en ese aura de leyenda con el que el imaginario colectivo norteamericano ha envuelto históricamente a la frontera. Sin embargo, McMurtry prefiere mostrar la realidad detrás del mito, y ésta tiende a ser desagrable. Ante esta revelación, otros autores preferirían regodearse en una violencia nihilista, pero aquí el lector percibirá valores como el de la justicia, la amistad, la tenacidad o la dignidad, que vienen dados por unos personajes imperfectos, de abrumadora humanidad, que en constante lucha contra unas circunstancias adversas y no ajenos a la desazón y la nostalgia, parecen creer, en el fondo, que todavía hay esperanza.
Lonesome Dove fue publicada por la editorial Valdemar dentro de su colección Frontera, centrada en clásicos del western, en 2022.
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‘Lonesome Dove’, de Larry McMurtry was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.