Editorial Finestres publica este viaje de la autora gala a Japón
De Catherine Meurisse recordamos su obra anterior La levedad (Impedimenta, 2017), donde narraba el shock postraumático de haber perdido a sus compañeros y amigos de la redacción de Charlie Hebdo tras el infame atentado yihadista. En esa novela gráfica, la autora ya iniciaba, sin perder el sentido del humor, una búsqueda de la belleza a través del arte y de los viajes que le diera de nuevo sentido a la vida.
El cómic La noia i el mar (publicada el año pasado en catalán por Finestres) surge de una estancia artística de Catherine Meurisse en Japón proporcionada por una beca. La autora quiere retratar la naturaleza. Por establecer una relación entre obras, si Igort en Cuadernos japoneses (Salamandra, 2016) buscaba retratar su rendida fascinación por Japón, y cómo esa fascinación se relaciona con su aspiración como artista, esta ficcionalización de la estancia de Meurisse en el País del Sol Naciente no le envidia nada. Parcialmente inspirada en Almohada de hierba de Natsume Soseki, una de las virtudes de esta obra es la mirada de la autora, que se ha dejado seducir por un lugar en el que la relación con la naturaleza es tan diferente.
Lo que más interesa a Meurisse es cómo se integran los elementos que ya conoce con una nueva forma de conectar con el entorno. De hecho, se establece un hermoso diálogo sobre la forma que tienen de entender el arte y la naturaleza Occidente y Japón con el personaje de la propia autora, fascinada por el ukiyo-e de Hokusai, y un artista local que tiene como referentes a Millais y a Turner. Y es fascinante ver cómo el dibujo caricaturesco y roto, habitual en la autora, se transforma aquí en una contemplación de la naturaleza que se apropia de la página y le exige grandes viñetas que puedan captar mínimamente ese síndrome stendhaliano que vive la autora.
Al final, de manera parecida a lo que se desprendía de La levedad, la autora corrobora que nuestra conexión con la naturaleza es más íntimo de lo que pensamos y, aunque culturas diferentes lo vivan de manera distinta, todos tenemos necesidad de ella.
Entre yokais, tanukis (mapache japonés) que hablan, templos sintoístas con efigies de falos, Catherine Meurisse vive en La noia i el mar intensamente una experiencia en la que arte, filosofía y naturaleza se fusionan en los eternos y silenciosos arrozales nipones. Un diez para la edición de Finestres, en buen tamaño y papel.
LA NOIA I EL MAR | CATHERINE MEURISSE | Casa del Libro
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‘La noia i el mar’, de Catherine Meurisse was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.