Una visión realista y desmitificadora del trabajo de cooperante en Etiopía
No entiendo cómo no hay más gente hablando en redes de este cómic. El por qué, sin embargo, parece claro: Incomprensiblemente, ninguna editorial especializada parece haber apostado por él, lo cual es una auténtica lástima, porque eso significa que no llegará al número de lectores que se merece esta “historia que tenía que ser contada” (cito al dibujante en base a lo que he leído en su página web). Y es que el mundo de la autoedición es sacrificado y pone en evidencia, a veces como en este caso, injusticias que se hacen aún más patentes cuando uno constata la publicación profesional de obras con temas y estilos similares al de esta Farangi, opera prima de Alejo Ecube, el encargado de narrar en imágenes la historia real de Amelia Fornés, una cooperante que ha trabajado en diversos proyectos en África. Un cómic que, de haber llegado a mis manos un par de meses antes, hubiera sido incluido entre mis obras destacadas dentro del año pasado. Y es que Farangi cuenta con elementos sobrados para ser defendida como una obra de cómic estupenda, desde la historia que nos cuenta, una de ésas que deja una huella perdurable en quien la lee, a la efectividad de su narrativa y estilo.
Farangi se basa en la experiencia de Amelia Fornés, farmacéutica de profesión, en un proyecto de cooperación y desarrollo en Etiopía en el que participó alrededor del 2012. Esta premisa básica sirve para desplegar diversas subtramas donde no sólo tienen cabida los retos a los que se enfrentan los profesionales sanitarios en un hospital rural, sino que también permiten al lector familiarizarse con la realidad sociocultural del país. A este respecto, la novela gráfica se caracteriza por una densidad temática sorprendente pero que en ningún momento resulta abrumadora, dentro de la cual vendría a destacar la violencia física de la que son objeto muchas mujeres. Ahora bien, el ojo crítico de Amelia, guionista de la obra, analiza muchas otras situaciones, desde la inoperancia administrativa fruto de su excesiva burocratización y, en algunos casos, de su corrupción, a las rivalidades y contradicciones que al parecer se dan en el seno de las organizaciones que se dedican a la cooperación internacional. En este punto, la obra también matiza la figura del voluntario, al que a veces tilda de prácticas éticas cuestionables, abogando tanto por su profesionalización como por la colaboración con otros cuerpos, como el eclesiástico.
Ahora bien, Farangi es un cómic de género slice of life, en tanto que nos habla de la experiencia vital de su guionista, transformada aquí en la protagonista del tebeo, un poco en la línea de otras novelas gráficas como la conocida Blankets, de Craig Thompson. Este elemento personal permite que el lector se involucre en la narración, siendo partícipe de las frustraciones, esperanzas y anhelos de Amelia, al tiempo que, igual que pasa en Pyongyang de Guy Delisle, el trabajo divulgativo al respecto de la realidad del país resulta ser mucho más efectivo.
En el aspecto gráfico, la obra cuenta con un inspirado Alejo Ecube que, con un estilo aparentemente sencillo, de gran expresividad, demuestra tanto su amor por la historieta como su conocimiento del medio. Ya en la concepción de la portada se ven influencias de obras independientes como Cleveland, de Pekar y Remnant o Market Day, de James Sturm, mientras que el interior refleja una clara voluntad de poner en práctica diversos recursos narrativos, de forma muy acertada para tratarse de una primera obra, como las tres splash pages donde se nos muestran los terrenos en los que se encuentra el hospital, que son descritos por la propia Amelia en plena conversación con dos otras cooperantes, transformadas todas ellas en auténticas gigantas.
En definitiva, Farangi es una novela gráfica estupenda que nace del encuentro de dos personas que comparten el ideal de querer hacer las cosas bien, y ¡vaya si lo han conseguido aquí! Aunque estoy contento de haberla podido leer por una de esas casualidades de la vida, es descorazonador constatar que una obra así no se encuentre dentro del objetivo de ninguna de las editoriales que publican cómic hoy en día en este país, una omisión que debería ser subsanada para que pudiera llegar a todas esas personas que sin duda la disfrutarían y, de paso, sirviera para difundir una realidad y un trabajo sobre los que se habla bastante pero que se conocen poco de primera mano.
Puedes comprar el libro en la página del dibujante.
Si te ha gustado este artículo quizás te pueda interesar:
‘Dos monedas’: una visión de África sin paternalismos
‘Farangi’, de Amelia Fornés y Alejo Ecube was originally published in Papel en Blanco on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.